El amor en tiempos de la Inteligencia Artificial

El amor en tiempos de la Inteligencia Artificial

Cuando Rajesh Koothrappali se enamoró de Siri en el episodio de The Big Bang Theory, “The Beta Test Initiation” fue muy divertido y nos pareció algo viable, pero ¿qué tan cerca estamos de enamorarnos de un robot humanoide?
Aunque asemeja a algo salido de una película de ficción, la ciencia cada día reduce más el camino para que los robots humanoides en un futuro no muy lejano emulen a un amigo e incluso a una pareja romántica.
De acuerdo con el Dr. Mauricio Corona, presidente del grupo BP Gurus y su brazo en Inteligencia Artificial y Robótica, GESEDIG, uno de estos avances se logra a través de la arquitectura de la red neuronal del transformador. Esto permite a los robots humanoides construir oraciones significativas según el contexto y es lo que facilita que las personas crean que están teniendo una conversación con una entidad real.
Otra pieza importante es la capacidad de las máquinas para aprender directamente de las conversaciones con una persona, lo que habilita al robot humanoide con la posibilidad de actualizarse teóricamente después de cada conversación.
Actualmente, todavía faltan dos elementos importantes para encender esa chispa romántica: la capacidad para comprender realmente el tema de conversación y una personalidad constante que se vaya determinando de acuerdo con su interlocutor. Aunque un robot humanoide puede mantener una conversación sensata, no está diseñado para comprender el significado profundo de lo que se está hablando.
A pesar de que los robots humanoides pueden contar con una personalidad y estilo propio muy cautivador que los hace más identificables y parecidos a los humanos, aún no logran mantenerlos a través de conversaciones profundas, por lo que todavía es un área de investigación en desarrollo.
Adicionalmente, si hablamos de emociones, los investigadores necesitan una gran cantidad de texto etiquetado que proporcione emociones expresadas en oraciones, y de acuerdo con los expertos de GESEDIG, para lograr dicha configuración, es necesaria una gran cantidad de trabajo manual.
Desarrollar en los robots humanoides la capacidad de comprender las emociones humanas es un paso necesario que no podemos evitar. Por lo que el lenguaje emocional podría considerarse como un segundo idioma, el cual tendría que ser aprendido por un robot humanoide, ya que dicho lenguaje puede inferir en las reacciones y emociones que se generan con el interlocutor.
Finalmente, Mauricio Corona expresó que los humanos desarrollan fácilmente apegos a personajes de ficción, por lo que los ingenieros deben seguir trabajando arduamente para conceder cualidades cada vez más humanas a los robots con los que cada día estaremos interactuando cada vez más, en especial en el procesamiento del lenguaje, hasta el punto en que no podamos distinguir entre humanos e interacciones con robots humanoides.

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